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Sin embargo, pese a los grandes anuncios que se hicieron durante los tres primeros años a partir del surgimiento de las principales iniciativas MOOC (y a algunos que se siguen haciendo), la gran transformación de la educación superior sigue a la espera.
Para desarrollar este tema voy a requerir tres Post en este blog. En el primero, me ocuparé de mostrar las posibilidades actuales para lograr un mayor acceso a la educación. Particularmente me referiré a los que se han denominado cursos MOOC. En el segundo, me detendré a mostrar las ventajas y desventajas de los cursos masivos. Mientras que en el tercero, hablaré de la educación personalizada.
Desde hace ya dos o tres décadas las tecnologías de la información y la comunicación (conocidas como TIC) han hecho posible avanzar significativamente en lo que se ha denominado "educación en-línea" (en inglés: e-learning) y que algunos llaman "educación virtual" (sobre este tema específico incluiré algunos post más a delante).
Una de las principales promesas de la educación en-línea desde su origen ha sido la posibilidad de ofrecer acceso masivo a la educación. Pero, antes del surgimiento de los cursos en-línea, masivos y abiertos (más conocidos por su sigla en inglés como MOOC: Massive Open On-line Courses) en el año 2011 y a partir de la consolidación de diversas iniciativas como Coursera, edX, FutureLearn o MiriadaX, la promesa de la masificación de la educación estuvo en entredicho.
Ahora, cuando se tienen cursos en los que se inscriben varios miles de personas (algunos de ellos incluso con decenas de miles de inscritos) se puede decir que la masificación es una realidad. Esta es una buena noticia para quienes promueven la educación como uno de los principales motores de transformación social y, para aquellas personas ávidas de acceder a nuevo conocimiento.
Sin embargo, pese a los grandes anuncios que se hicieron durante los tres primeros años a partir del surgimiento de las principales iniciativas MOOC (y a algunos que se siguen haciendo), la gran transformación de la educación superior sigue a la espera. Por eso es que hay algunos aspectos de este tipo de cursos que merecen atención y un análisis más profundo.
Para comenzar nuestro análisis debemos repasar las características clave de los cursos MOOC:
Es decir, no tienen ningún costo para el ingreso (solo quien quiera obtener algún tipo de certificación debe pagar por ello). Esto también significa que cualquier persona se puede inscribir sin cumplir ningún requisito y sin importar si tiene algún conocimiento previo básico para seguir el curso (aunque la mayoría de estos cursos son de nivel muy básico y no requieren conocimiento previo alguno, excepto saber leer y escribir).
Todo el acceso al contenido del curso y toda la actividad de los estudiantes se realiza a través de Internet (cualquier actividad que se deba realizar por fuera de la Red al final debe evidenciarse y compartirse a través de ésta, por ejemplo mediante un audio, un video, una foto, un texto, un diagrama, etc.).
Es decir, tiene unos objetivos predefinidos, unos contenidos entregados al estudiante (principalmente mediante videos pregrabados, unos textos y algunas infografías), unas actividades de aprendizaje propuestas, unas evaluaciones que definen la aprobación o no del curso.
Es decir, en ellos se inscriben varios miles de personas (hay incluso algunos con más cien mil inscritos). Siendo esta su característica más llamativa. Sin embargo, por el hecho de ser masivos y de acceso gratuito no es viable que exista un acompañamiento personalizado para efectos de evaluación, seguimiento y retroalimentación. Estas sólo pueden ser automatizadas (tipo test) o por pares (es decir, calificadas y retroalimentadas por otros estudiantes que están tomando el mismo curso).
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